martes, 14 de abril de 2009

El pensamiento débil

El "pensamiento débil" tiene la pretensión de resquebrajar tanto al que conoce, cuanto a lo conocido. Postula una modificación tanto del sujeto como del objeto del conocimiento y las relaciones del yo consigo mismo".

Sólo en muy raros momentos desea alguno de nosotros transportarse hasta aquel extremo de sí mismo en el que sabe bien que la propia identidad comienza a tambalearse, porque la correcta organización del yo no funciona ya como tal. Antes de llegar a ese punto, la pereza y el temor nos detienen, e impiden, incluso, que miremos en esa dirección. Hay que hacer un esfuerzo, es preciso poner entre paréntesis todas nuestras costumbres, si verdaderamente queremos aventurarnos a debilitar nuestro yo, apartándolo del ámbito de influencia de la lógica de superficie. Y después está el temor, el miedo ante lo que no nos resulta inmediatamente familiar, horror a descubrir realidades que puedan inquietarnos, a encontrarnos frente a accesos impracticables, que nunca podremos atravesar. Temor a que llegados a aquella orilla, de allí en adelante se extienda un vacío abismal.

Sin embargo, y al mismo tiempo, cada vez nos contentamos menos con una identidad cuyo carácter ficticio, provisional y de puro compromiso salta a la vista.

He aludido a una experiencia, narrada en forma literaria por Handke; el momento en que un individuo se ve forzado a realizar una transformación profunda. Sucede entonces que la lógica superficial demuestra lo obvia que es, y la observación de ese carácter trivial produce una sensación equiparable a la de la muerte.

Por tanto, hay algo de transitorio y de intermedio en la expresión "pensamiento débil". Provisionalmente encuentra un lugar entre la razón fuerte del que dice la verdad y la impotencia refleja del que contempla la propia nada. Desde esta zona intermedia puede hacer las funciones de un indicador.

Pier Aldo Rovatti , El pensamiento débil - Milán 1983


miércoles, 4 de marzo de 2009

Dejar a alguien o romper con una relación, es un evento que debiera darse bajo la total conciencia de que se está haciendo lo correcto, es decir, debiera ser tan conciente como se supone debió ser la decisión de unirse o de formar esa relación.
Cuando se renuncia, se debe a que ya no se está a gusto en dicha relación, por las causas que sean. Se supone que ya se ha intentado todo por salvarla, o quizás no, quizás ya no interesa salvar nada, se está harto y lo único que se desea es salir de tan lastimosa situación.
Pero entonces suele suceder que sobrevenga un sentimiento tan extraño como contradictorio o absurdo: la tristeza por abandonar.
Si se recapitula, se verá con honestidad que ya se intentó todo lo que ha estado al alcance por salvar la situación y mejorar la relación; o se verá que no interesa salvar nada. Sea cual fuere, está claro que no se puede ni se quiere seguir haciendo daño a si mismo ni dañando a otro, entonces ¿porqué sentirse triste?
El sentimiento está siempre estrechamente relacionado a un pensamiento, de ahí se sigue que entonces es el pensamiento el que juega una mala pasada; hay que aprender a ser realistas y objetivos, a contarse la historia tal cual es y no como gustaría que fuera; aprender pues a no decirse cosas lindas de una persona o una relación que en todo caso y a la luz de la objetividad, es verdaderamente perniciosa.
Este simple ajuste a la manera de concebir las cosas, signfica modificar el pensamiento, el pensamiento modifica al sentimiento. Pensar correctamente permite sentir correctamente.
Después, en vez de estar triste por haber tomado una decisión benéfica y saludable, en vez de ser absurdo e incongruente, se estará en posibilidades de organizar una fiesta para celebrar el haber tenido el acierto de dejar ir lo que perjudicaba nuestra existencia.


BrujoCurandero

miércoles, 25 de febrero de 2009

Quiero

Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mi, sin exigirme.

Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi.

Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.
Quiero que me protejas, sin mentiras.
Quiero que te acerques, sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten, que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas que hoy, hoy puedes contar conmigo.
Sin condiciones.


Jorge Bucay

viernes, 20 de febrero de 2009

Respiración Esotérica

A través de las sesiones de Respiración Energética y de Psicología Espiritual o Pensamiento Creador, desbloqueamos el mecanismo respiratorio, llegando así a tener una respiración libre, y conseguimos deshacernos de los condicionamientos negativos que hemos hecho sobre la vida; así como de los patrones y las huellas que éstos han dejado impresos en nuestra memoria celular. También nos ayuda a liberar las toxinas, químicos, metales pesados etc. que pueden estar acumulados en nuestro cuerpo.

La RESPIRACIÓN es un ciclo de cuatro (4) ritmos:
INHALACIÓN, INTERVALO PRIMERO, EXHALACIÓN e INTERVALO SEGUNDO. En estos ritmos la acción del ALMA se alterna con la de la PERSONALIDAD.

"ALMA" es el Ser Divino en nosotros, del que provienen las fuerzas de los tres aspectos: de vivir, sentir y pensar. También se denomina: la TRÍADA.

"PERSONALIDAD" es el hombre físico con sus tres vehículos: etéreo, astral y mental. El que utiliza las fuerzas obtenidas del ALMA, es decir, el que mediante ellas vive, siente y piensa.

Cada ritmo tiene su propia naturaleza y significado. Veamos cada una separadamente. En la respiración actúa el ALMA. En la PERSONALIDAD el organismo físico.

1) INHALACIÓN: EL ALMA se acerca y transmuta sus fuerzas divinas a la PERSONALIDAD. Esta, por su parte, se mantiene pasiva y absorbe aquellas fuerzas. El vehículo de la PERSONALIDAD que más se vitaliza durante la inhalación es el etéreo. Este, si la inhalación es profunda y se hace con atención y aspiración, se abre literalmente a la afluencia de las fuerzas vitales, tanto que uno puede establecer contacto con el depósito de estas energías ("prana") y disponer de ellas para sus funciones. Uno, en realidad, conecta más estrechamente su vehículo etéreo a los centros de fuerzas. También los vehículos astral y mental se vitalizan por la inhalación; el grado de esta vitalización depende de la intensidad de la atención y aspiración del que respira. Combinando la inhalación con una aspiración mental intensa, podemos conectamos con una inagotable fuente de inspiración e iluminación. Por eso exclamó Nietzsche, al mencionar el origen de sus facultades extraordinarias: "Mi genio lo tengo en mis fosas nasales". Y esta es la razón por que el Maestro Tibetano señaló la inspiración profunda, como "la fórmula mágica de la vida creadora". Si uno desea aprovechar la afluencia de las fuerzas del ALMA en la inhalación, tiene que hacer tres (3) cosas: primero, debe pensar en la corriente de energías que entran, segundo, debe aspirarlas y finalmente llevarlas al centro de la cabeza. Pues el dominio de todas las fuerzas: mentales, astrales y vitales, está en la mente. Con las fuerzas del ALMA se formó primero en la evolución, el vehículo mental de la PERSONALIDAD, luego de éste, el astral y después el vital. Por consiguiente, el control primario de todas las manifestaciones siempre será la mente. Sabemos que una imagen mental intensamente constituida, se trasmite automáticamente hasta las células del cuerpo físico.

2) INTERVALO PRIMERO: Es la retención del aliento. Las fuerzas divinas del ALMA durante el ritmo de la inhalación, se transfirieron a la mente del hombre, donde en realidad, se formó un campo magnético de energías, pues el ALMA se manifestó por medio de la fuerza magnética. Como la acción del ALMA terminó y la de la PERSONALIDAD no empezó todavía, se produjo un momento de silencio, de equilibrio. LOS MOMENTOS DE EQUILIBRIO SON LOS MÁS IMPORTANTES EN LA PRÁCTICA ESOTÉRICA, porque son de verdadero poder. Justamente por esto, el primer intervalo de retención constituye la mejor oportunidad para formar el designio que uno desea realizar. Este designio puede ser de cualquier clase: como asunto de salud, fortaleza o hermosura del cuerpo, deseos personales, inspiración, intuición, etc.; pero siempre tendrá que revestirse por una imagen que lo represente, y habrá que expresarlo con palabras que se pronuncian mentalmente; como las imágenes mentales fácilmente resultan ser vagas, las palabras las determinan con toda precisión. La imagen mental formada y las palabras mentalmente expresadas, se magnetizan, se vitalizan en aquel campo magnético y llevan consigo la energía divina de realización. El Tibetano dice sobre esto: "ESTE MOMENTO DE RETENCIÓN ES EL INSTANTE, LA OPORTUNIDAD, LA OPORTUNIDAD QUE EL ASPIRANTE DEBE APROVECHAR. AQUÍ TENEIS UN INDICIO".

3) EXHALACIÓN: Es el ritmo en que la PERSONALIDAD lleva la parte activa, habiéndose retirado el ALMA. Si en los dos ritmos anteriores, todo lo que hicimos era puramente mental, en este ritmo empieza el trabajo efectivo. Pues, en la exhalación, la acción mental (imagen y palabras) se transmite automáticamente al sistema nervioso. Para apoyarla y dirigirla, tendremos que llevar la fuerza hacia el destino, que nos fijamos en el designio, Si se trata del cuerpo, tendremos que llevar la atención hacia aquel órgano o parte del cuerpo que queremos vitalizar. Las fuerzas nerviosas se dejan arrastrar por la atención. Si deseamos conectarnos con la fuente de inspiración, tendremos que mantener la concentración en la cabeza y extenderla sobre el asunto en cuestión, Si se trata de ayudar a una persona deberemos soltar y lanzar la forma mental hacia ella, y así en todos los asuntos. En este ritmo empieza el verdadero dominio sobre la fuerza nerviosa ("prana"). En los dos (2) ritmos anteriores no hemos trascendido la esfera mental, pero en este ritmo tenemos dominio completo y podemos arrastrar el prana hacia donde lo queremos. Por eso, su mayor importancia está en vitalizar cualquier parte del cuerpo o cualquier centro etéreo, El Tibetano dice: "El aliento exhalante, el cual si se hace con pensamiento y propósito sirve para desprender las formas mentales de sí . . . y sirve para vitalizar los centros . . . no necesito decir más".

4) INTERVALO SEGUNDO: Se produce nuevamente un silencio, la PERSONALIDAD terminó de actuar y el ALMA no empezó todavía, Vuelve el mismo equilibrio que en el intervalo primero, pero cambiando los roles: el campo magnético en la mente de aquel intervalo inducida por la acción del ALMA, se reemplaza en este intervalo por un campo de fuerzas formado en el sistema nervioso del que sabemos que fue provocado por la acción de la PERSONALIDAD en el ritmo antecedente. Todo lo que entra una vez en este campo, tiende a realizarse indefectiblemente en el cuerpo y mundo físico. Todo lo que tenemos que hacer en esta retención, es mantener fija la atención en el lugar a dónde la hemos llevado en el ritmo anterior. La atención centralizada al campo de fuerza del sistema nervioso y así asegura la realización. Es el tiempo del trabajo efectivo, en que el pensamiento produce acción por medio del cuerpo. El Tibetano dice sobre los intervalos en general: "ÚNICAMENTE DURANTE LOS INTERVALOS SE PUEDE HACER OBRA MÁGICA". Como se ve, en la práctica esotérica de respiración actúan dos factores: uno que es la respiración física, y otro que es el pensamiento y aspiración que agregamos. Hay que saber, que la segunda parte es la más importante. De la parte física nos servimos solamente por los momentos rítmicos de unión y desunión entre el ALMA y la PERSONALIDAD para hacer coincidir nuestro pensamiento con su ritmo. Si bien es cierto, que cuando más largos son los intervalos, por ejemplo, tanta mayor intensidad de magia realizadora concentramos, pero de ninguna manera debe uno esforzar la respiración física. Si esta no se desarrolla en forma natural y de un efecto benéfico para el organismo, lo hacemos mal y todo intento es en vano. No obliguemos a los pulmones a una inhalación profunda o a una retención larga, sino esperemos y dejemos que ellos solos instintivamente inspiren o se paren, y nosotros limitémonos únicamente a ayudarlos con nuestra voluntad.

El ALMA no trae el aliento de vida a la PERSONALIDAD para perjudicarla, sino para vivificarla, favorecerla. ¿Cómo podríamos conseguir resultados favorables si no actuamos con esta ley del ALMA?

EXISTE UNA PRACTICA ESOTÉRICA DE RESPIRACIÓN MAS ELEVADA AÚN, que no busca resultados físicos, sino solamente MAYOR PERFECCIÓN Y MAYOR UNIÓN con el ALMA. Su esencia consiste en cambiar la segunda parte: en vez de pensar y aspirar siguiendo la corriente de inhalación, la práctica se hace al revés:

Para entenderla bien, hay que conocer la idea fundamental que la guía: se considera que el que realmente vive y respira es el ALMA, y la PERSONALIDAD no es otra cosa que su reacción densa solamente. Es decir, sus ritmos son contrarios como lo son la acción y la reacción:

B) cuando el ALMA inhala.............................. la PERSONALIDAD exhala.
A) cuando el ALMA exhala............................. la PERSONALIDAD inhala.

Los intervalos, igualmente como en el sistema anterior, son puntos efectivos de contacto entre los dos, o sea, son los momentos en que la PERSONALIDAD puede captar la fuerza del ALMA.

Conforme a esta idea, la práctica esotérica superior consiste en pensar y aspirar con el ritmo propio del ALMA. Se empieza con la exhalación física:

Cuando mi cuerpo exhala, pienso en inhalar y aspiro la corriente de fuerzas divinas, es decir, me identifico con el ALMA y quiero seguir sus pulsos, llevando la corriente al centro de la cabeza. Es obvio que su efecto debe ser fuerte; la fuerza exhalante física vitaliza, magnetiza el centro de la cabeza y la fuerza inhalante aspirada tiende a colocarlo bajo el control del ALMA.

En el intervalo formulo el designio en la misma forma, como antes, con la diferencia que en este caso el designio es siempre un asunto espiritual.

Cuando mi cuerpo inhala, pienso en exhalar, en el acto del ALMA que comunica a la PERSONALIDAD la fuerza creadora, con la cual busco unir el asunto del designio,

El intervalo después de la inhalación física lo empleo para mantener firme mi atención en el asunto, para su realización.

Es evidente, que es el camino hacia la más rápida unión con el ALMA.

UN EJEMPLO PRACTICO: Supongamos que tengo un defecto en el hablar, que me perjudica mucho en mi carrera y ambiente social, por consiguiente, mi designio será: "Quiero llegar a la facultad perfecta de hablar"
Los pasos prácticos a seguir son:

a) DURANTE LA INHALACIÓN:
Pienso y aspiro las fuerzas creadoras del ALMA y las llevo al centro de la cabeza. La aspiración la hago con mucha intensidad.

b) EN LA RETENCIÓN:
Digo mentalmente con convicción y a la vez me lo imagino vivamente en la cabeza: "Siento, como surgen en mí las fuerzas creadoras del ALMA, de habla perfecta". Y lo digo y lo imagino tantas veces, cuantas permite la retención sin esfuerzo.

c) DURANTE LA EXHALACIÓN:
Conjuntamente con el impulso de exhalación física hago un esfuerzo grande de voluntad e impelo la imagen y la convicción mental hacia los órganos del habla (laringe, lengua, boca).

d) EN LA RETENCIÓN SEGUNDA:
Mantengo ahí la firme convicción durante toda la retención, y siento la acción benéfica de las fuerzas del ALMA que actúan en los órganos de hablar.



BrujoCurandero


domingo, 1 de febrero de 2009

La Crítica


La crítica es solo crítica. No existe tal cosa como la "crítica constructiva" o la "crítica destructiva".

Cuando alguien critica a otro, se suele justificar diciendo: "es crítica constructiva". Lo hace para que el otro no se sienta agredido, claro; pero aquí, en este sitio, el fin es reflexionar sobre esas figuras semánticas que son de uso coloquial y que a lo largo de todo un proceso histórico han ingresado en nuestro lenguaje cotidiano hasta convertirse en verdades, agazapadas en la falta de reflexión y cuidado de nuestros pensamientos y palabras. Tal es el caso de palabras y frases como: "le hice una crítica constructiva" o "lo que me dijo me hizo sentir..." La segunda se refiere a lo que se suele decir ante la crítica, máxime cuando esta es a título personal.
Sin embargo, repito, la crítica es sólo crítica. Que sea constructiva o destructiva depende del receptor o depositario de la misma, no del emisor. Este puede, si quiere, imprimirle toda la mala fe posible a su crítica, lo cual será percibido por el receptor y lo notará por la entonación, la inflexión de la voz, los gestos y ademanes de aquel; pero que quede claro que el contenido es lo que constituye la crítica, lo demás es actuación, no debe importar, pues en realidad solo está emitiendo una opinión subjetiva; luego entonces no vale la pena pervertirse o corromperse por ello. Las opiniones son solo eso y por lo general, no son importantes, salvo cuando se ingresa al mundo del consumismo y se depende de la opinión o la crítica para el desplazamiento del producto que se comercializa. Pero ¿qué decir de la crítica amable? Lo mismo, es solo otra opinión, con una entonación diferente pero igualmente subjetiva y sin importancia, con la misma salvedad arriba expresada.
Cuando decimos que alguna opinión o crítica "nos hizo sentir..." estamos depositando nuestra responsabilidad en el otro, en el que emitió su crítica o su opinión. Eso, nos habla de una mala auto-estima y de inmadurez.
En el mundo de los adultos deberíamos ser maduros y permitirnos ser libres, aunque solo fuera para opinar y/o criticar. Libres y maduros también para asimilar la crítica. Nada nos obliga a tomarla en cuenta, a menos que dependamos de ella para colocarnos en el mercado. Aunque, si tal fuese el caso, seguramente estaríamos usando la mercadotecnia para hacer que a través de la publicidad, la opinión y la crítica nos fueran favorables.
Entonces tenemos por una parte a la crítica y a su emisor, y por otra, a la misma crítica y al receptor. Y como en todo lo que involucra a dos elementos que interactúan entre sí, debemos distinguirlo para conciliarlos.

En este caso, la conciliación aparece cuando somos lo suficientemente maduros para aceptar la crítica de la índole que sea; pero también cuando somos capaces de criticar sabiendo que solo estamos dando nuestra opinión y que esta, suele no importar. Aun cuando pueda ser importante.

Brujo Curandero.

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miércoles, 28 de enero de 2009

Profundo y Superficial

"En lo superficial está lo profundo, en lo profundo está lo superficial".
No recuerdo dónde leí esta frase, acaso no la leí así exactamente, pero en todo caso, la idea era esa. Yo he notado que cuando se trata de temas profundos desdeñamos aquello que consideramos superficial y, de la misma manera, a la cotidianidad, la consideramos sin importancia, precisamente por carecer de profundidad. Sin embargo, atendiendo a la frase inicial, quizá reflexionando un poco sobre ella, podemos considerar que ambas palabras, expresan solo un estado de conciencia, el acceso epistémico que se tiene hacia lo uno o lo otro, como el antes o el después en una línea del tiempo, olvidándonos de que el tiempo así medido, no existe, salvo como una referencia para el ser humano, pero científicamente no hay diferencia entre el antes y el después. Así, tampoco existe una diferencia entre lo profundo y lo superficial, pues ambos estadios coexisten en la concepción de quien los distingue, solo falta que los concilie y reconozca que, de facto, están conciliados en su ser.

Cuando somos superficiales, estamos dejando ver al mismo tiempo la estructura psicológica y la formación cultural sobre la que se sustenta dicha superficialidad, luego entonces, estamos siendo profundos. Así también cuando pretendemos ser profundos, estamos haciéndolo a través de la comunicación coloquial, ora docta, que expresamos con nuestro cuerpo físico, con nuestro lenguaje, más o menos ignorante o bastante ilustrado, pero formal, es decir, en el mundo de la forma; luego entonces, superficial.

De ahí que yo piense que, lo importante no es ser profundo o superficial, sino ser genuino, es decir, ser lo que realmente se es, ser conciente de sí mismo, sin más pretensiones, sin ánimos protagónicos, ser natural, en contínuo contacto con uno mismo, reconociendo que en mí se resumen lo uno y lo otro y que, a pesar mío, se manifiestan al mundo de la única manera posible: mi lenguaje en todas sus formas.
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Brujo Curandero

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domingo, 18 de enero de 2009

Todos deseamos ser amados,
en su defecto, ser admirados,
en su defecto, ser temidos,
en su defecto, ser odiados y despreciados.

Deseamos despertar una emoción
en quien quiera que sea el otro.

El alma se estremece ante la vida y busca
el contacto, sin importar a qué costo.

Hjalmar Söderberg
Poeta Sueco

Siembra y Cosecha



Siembras un pensamiento y recoges un acto.
Siembras un acto y recoges un hábito.
Siembras un hábito y recoges un carácter.
Siembras un carácter y recoges un destino.

Ley de Atracción

La ley de atracción es esencial para la comprensión de la condición humana y afirma que eres un imán viviente. De forma inevitable atraes hacia el círculo de tu vida a aquellas personas y situaciones que estén en armonía con tus pensamientos dominantes. Las almas gemelas se atraen. Los pájaros del mismo plumaje van juntos en bandadas. Todo lo que en tu vida hayas atraído hacia ti, lo has hecho por la clase de persona que eres y especialmente por tu forma de pensar.
Tus amigos, tu familia, tus relaciones, tu trabajo, tus problemas y tus oportunidades han sido atraídos hacia ti por tu modo habitual de pensar en cada una de estas áreas.
Tenemos un ejemplo de esto en música llamado el principio de resonancia simpática. Si se colocan dos pianos separados en una habitación grande y se golpea en uno de ellos la nota «do», se puede ir seguidamente hacia el otro piano para observar que en él la cuerda correspondiente a la nota «do» está vibrando con idéntica intensidad que la cuerda hermana del primer piano. Pues bien, según este mismo principio, tú tiendes a conocer y relacionarte con gente y situaciones que vibran en armonía con los pensamientos y sentimientos que te dominan.
Si miras cada uno de los aspectos de tu vida, tanto positivos como negativos, te darás cuenta de que todo tu mundo está fabricado por ti y que, cuanta más carga emocional pongas en un pensamiento, más grande será la intensidad de la vibración y más rápidamente atraerás hacia tu vida a gente y situaciones que sean afines a dicho pensamiento.
Esta ley siempre está actuando a tu alrededor. No tienes nada más que pensar en un amigo o en una amiga y lo más probable es que el teléfono esté sonando con él o ella al otro lado de la línea. Decides hacer algo e inmediatamente después comienzan a llegarte ideas nuevas y ayudas. Eres como un imán atrayendo limaduras de hierro.
Mucha gente se retrae porque no sabe cómo trasladarse desde donde se encuentra hasta donde quiere ir. Con la ley de atracción, sin embargo, no es necesario tener todas las contestaciones antes de comenzar. Siempre que tengas claro lo que quieres y con la clase de gente que te conviene asociarte, terminarás arrastrándola dentro de tu vida.
Tus pensamientos constituyen una forma de energía que vibra a una velocidad determinada en función del nivel de intensidad emocional que acompañe al pensamiento. Cuanto más excitado o temeroso estés, más rápidamente tus pensamientos irradiarán de ti y atraerán hacia tu vida personas y situaciones afines.
La gente feliz y alegre parece que atrae a otra gente alegre y feliz. La persona que posea conciencia de prosperidad parece que encuentra ideas y oportunidades para hacer dinero. La ley de atracción actúa en todas partes y en todo momento.
Puedes tener más, ser más y hacer más porque puedes cambiar como persona. Puedes cambiar tus pensamientos dominantes por medio de un riguroso ejercicio mental. Puedes auto disciplinarte enfocando tus
pensamientos hacia lo que te interese y rehusando pensar sobre lo que no te convenga.
De la persona que utiliza la ley de atracción de un modo positivo se dice que tiene suerte. Ésta es sin duda otra manera de intentar explicar por qué tantas buenas cosas y tanta gente provechosa se ven acogidas en el seno de la vida de aquellos que tienen muy claras sus metas y son perennemente optimistas sobre su consecución.
Brian Tracy
Imagen: Edvard Munch (1863-1944)

No hay errores, todos producimos lo que necesitamos

Por lo general, todos creemos que el azar juega un papel determinante aun en aquello que depende de nuestra conciencia. cuando cometemos un error, debido a la creencia antes dicha, solemos tirarnos de los pelos y maldecir o maldecirnos, mientras recordamos la manera tan garrafal en que erramos y las consecuancias arrostradas. Entonces sucede que perdemos la lección, no aprendemos y claro, volvemos a caer. La vida está hecha de acciones, de intentos, de errores y aprendizaje. Por eso es que cada vez que erramos, debemos tomar conciencia de lo que hicimos para llegar al error, es decir, cómo le hicimos para llegar a ese lugar llamado error. Quizás, con frecuencia descubramos que el error estuvo desde el origen, pero no siempre es así, algunas veces, torcemos el camino como intentando que las cosas devengan catastróficas para nosotros, he ahí lo interesante de esto: ¿no estamos en ese momento produciendo el sufrimiento que necesitamos para finalmente aprender una lección de valor incalculable que de otra manera no hubiésemos aprendido? Por eso es que nuestros actos deben ser conscientes y por eso es que debemos erradicar la culpa de nuestras vidas. Debemos saber que, hayamos hecho lo que hayamos hecho, en su momento, seguramente fué lo mejor que pudimos hacer, no vale la pena racionalizarlo (analizarlo después) a la luz de los nuevos conocimientos adquiridos, porque solo servirá para auto-desacreditarnos. Lo mejor es darse cuenta de que ahora enfrentaríamos un asunto o problema de la misma índole, de diferente manera, porque ya aprendimos la lección valiosísima que nuestra vida nos ha enseñado. Producimos lo necesario para aprender y ya no errar de la misma manera. Aqui valdría la pena hacer un cambio semántico y dejar de decir "errar" para empezar a decir "aprender", porque en realidad, eso es lo que hacemos al intentar, al fallar. Al equivocarnos nos estamos diciendo a nosotros mismos que hay algo que aun no sabemos hacer y que sería bueno y útil que lo aprendiéramos, para que ahora sepamos hacerlo con seguridad, sin riesgo ni peligro. Pero nada más. No hace falta sufrir, hace falta ser concientes de que solo estamos produciendo lo que necesitamos. ¿Por cuánto tiempo lo produciremos? ¿hasta cuándo dejaremos de producirlo? Bueno, en un sentido amplio las respuestas a ambas preguntas serían: Por toda la vida, hasta la muerte. Pero en un sentido estricto, podríamos responder que produciremos lo necesario para cada ocasión en tanto no aprendamos, cuando aprendemos que el fuego quema, ya no nos acercamos tanto a él, y generalmente aprendemos que el fuego quema, cuando nos quemamos. Es por eso que no hay errores, todos producimos lo que necesitamos.


BrujoCurandero
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sábado, 17 de enero de 2009

Psiconeuroinmunobiología

La conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante horas. La sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

RESPIRACIÓN ABDOMINAL

Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía ante ritmos cerebrales entre los dos hemisferios (ver Respiración en Euroresidentes).
Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
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PARA SER LIDER, SER POSITIVO

Siempre encontraremos razones para justificar nuestro malhumor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el como. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
Cuando nuestro cerebro da un significado algo, nosotros lo vemos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía la emisión de positrones de las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente de personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaba estas enfermedades.
Santiago Ramón y Cajal, Premio Nóbel de medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que la metafórica. Ahora sabemos que es literal: "todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".
Cuando nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harvard han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
Cambie hábitos de pensamiento y entrene su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia. Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.

Título: Madera de líder
Autor: Mario Alonso Puig

sábado, 3 de enero de 2009

Intelectualoide


Aquí tenemos una de esas almas apresadas o embotelladas debido a la intelectualización. El cuerpo al que rige es movido -como todos- por los patrones de pensamiento y por los propios pensamientos del humanoide.
El ser un individuo conocido como intelectual lo convierte en ejemplo de su grupo social y aprende a sentirse "bien" actuando siempre para el respetable público, es competitivo y protagónico, dicta conferencias y disfruta de los elogios y las adulaciones creyéndolas sinceras y verdaderas, olvidándose del daño que le ocasionan en niveles mucho más sutiles.
Esta alma sufre el encierro que sufren los cadáveres en el sepulcro, ahí se corrompe pues es privada de su libertad y del ejercicio de regir al cuerpo, porque la suplanta el orgullo.
El orgullo daña a cualquiera, la soberbia es su careta. Una vez presa del orgullo, el humúnculo deja de ser, para solo tener. Ahora TIENE que ser reconocido, sobresalir, defender a distintos niveles (no todos políticamente correctos) y difícilmente acepta la crítica, a menos que esta provenga de algún otro "intelectualoide" igualmente orgulloso pero adecuadamente reconocido como autoridad, por el dueño de esta alma embotellada. Toca un techo limitante que le impide el desarrollo y el constante crecimiento interior, abandona el trabajo reflexivo, ese que le da espacio al alma para que crezca y se espiritualice. Dejar de SER es dejar de vivir. Respirar y responder como organismo viviente, con todas sus funciones fisiológicas, en el caso de los humanos, no es vivir. Se debe ponderar adecuadamente el hecho de ser humano, criatura pensante, que es lo único que lo distingue y sublima, pero lejos de eso, este humanoide solo se hace de un "tumor" de información, mismo que de nada sirve para trascender. Se convierte en un ignorante ilustrado o lo que es lo mismo, un imbécil con argumentos.
Su alma está privada de la oportunidad de regir y él está privado de la oportunidad de vivir.
Ante la posibilidad de ser simple, de simplemente admitir que con todo y su intelectualidad está plagado de errores de vida, ante la oportunidad de mirar y profundizar en sí mismo, de "bucear" en lo más negro y oscuro de su puerca existencia, de sus recuerdos, de sus vivencias, prefiere distraerse en sus estudios y libros, para poder tener más argumentos (siempre de otros) que le permitan seguir en su zona de confort sin tener que mirar aquello que realmente le está impidiendo ser humano. Por ejemplo, suele dar limosna a los indigentes creyendo que hace buena obra, pero debido a su falta de contacto con sí mismo no se percata de que eso solo fomenta la indigencia. Y no se percata porque aunque no lo parezca, hacerlo tiene relación con él mismo, es decir, se está evadiendo de sí mismo al preferir seguir creyendo y haciendo algo que en resumen, únicamente le da un paliativo, al tiempo que le permite seguir en su intelectualización constante sin tener que trabajar en lo profundo de su ser. Entonces es como si el alma se fuera desintegrando, porque proceder así no sirve para hacer alma, sirve para hacer ego, que en este caso, es orgullo: "miren qué buen ser humano es este tío, siempre da limosna a los indigentes". Si alguien le dijese: "tú sí que eres animal, dando limosna a quienes están como están por no saber hacer lo correcto en su vida" seguramente recibiría de regreso toda una retahila de argumentos intelectualoides y muy convenientes para sí mismo, intentando justificar su actuar. Bien, pues todo esto para decir que, quien es así, lo es para todo lo que tenga que ver con auto-analizarse y auto-criticarse y auto-observarse, porque siendo tan bien visto y "respetado" en lo social gracias a su intelectualidad, lo demás se le hace cuesta arriba, innecesario, cansón, agobiante, satura su cansado cerebrito y abandona, aunque su alma sufra, literalmente. Allá en la soledad, cuando nadie lo ve, hace ñoñerías, onanismos, se engaña, se miente y solo él sabe que no hay nada que lo haga ser feliz, pues lo único que lo lograría, sería dejar en libertad a su alma, ser genuino, ser realmente inteligente, ser él mismo, hacer realmente lo que le viene en gana y no lo que tiene que, al gusto de su inflado orgullo. Cuando deje de defenderse y reconozca, admita y acepte lo que es, entonces su alma ocupará el sitio que le corresponde y dejará su confinamiento en la botella.



BrujoCurandero
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